viernes, 23 de diciembre de 2011

Los Deseos y Esperanzas que compartimos


En esta Navidad reafirmamos: SIN Emprendedores, Comerciantes, Empresarios, e Industriales NO HAY TRABAJO!!!

Junto al respaldo permanente de quienes realizamos cotidianamente LA M$NEDA, el deseo de que continúe el Crecimiento y el Desarrollo sostenido que nos posibilitara que cada persona pueda tener el pan para su familia con sus manos y su cerebro!!! Feliz 2012 para todos!!!


LA M$NEDA Medio de con Responsabilidad Social Periodística dedicado a la Difusión, Vinculación y Promoción de Productos y Servicios, Con la Opinión y el Análisis de referentes de la Economía

Fernando Ricardo Cáceres
Director periodístico

lunes, 19 de diciembre de 2011

EL PROBLEMA NO ES MOYANO, ES EL MODELO Por Enrique Szewach


SINDICATOS

El enfrentamiento entre la Presidenta de la Nación en particular y el kirchnerismo en general, con el líder de la CGT, don Hugo Moyano, que hasta ahora circulaba en sordina, se ha hecho fuertemente explícito durante la semana que pasó.



Pero detrás de los discursos, las indirectas y las directas, se esconde el problema central de los próximos meses.



El modelo populista, inflacionario, fiestero, ya no se enfrenta con la abundancia de los últimos años, y mucho menos del último bienio.



Al contrario, surge la necesidad de administrar sin holgura de recursos fiscales ni de dólares, en un contexto de desaceleración de la actividad económica, consecuencia de la propia fiesta y de un escenario internacional que se presenta adverso, por la recesión europea, el menor crecimiento de China, y Brasil y el modesto repunte norteamericano, sumado al aislamiento financiero argentino, que se ha reflejado en la salida de capitales de estos años. (Los argentinos somos los principales y cuasi únicos inversores externos de la Argentina).



Es por ello que se requiere “sintonía fina”.



En esa sintonía, el sindicalismo, debe, también, subordinarse.



Ya no hay diputados y senadores, sólo “levanta manos”, como se ha demostrado estos días, con la sanción a libro cerrado de todas las iniciativas del Poder Ejecutivo.



El Poder Judicial, en los niveles que importan, está controlado o incapacitado de imponer sus fallos.



La prensa independiente va camino de ser censurada en forma indirecta, combinando pauta publicitaria oficial y el control del abastecimiento de papel.



Y los líderes empresarios han sido reducidos a cortesanos, por mecanismos que combinan el “capitalismo de amigos” y la presión y extorsión derivada del uso ilegal de la AFIP y de otras reparticiones públicas, a golpes de teléfono.



El sindicalismo es el último bastión a doblegar.





Pero, paradójicamente, el poder sindical actual es también consecuencia del modelo.



En efecto, los líderes sindicales se convirtieron en los primeros aliados del kirchnerismo, primero, de la mano de la recuperación del empleo (los sindicalistas son los representantes de los trabajadores… pero de los que tienen empleo formal. De los desempleados y los informales, los líderes son los piqueteros. De allí que el crecimiento del empleo formal, cambió el balance de poder, entre sindicalistas “tradicionales” y “no tradicionales”).



Luego, la recuperación del salario les permitió a los sindicalistas mejorar no sólo su poder relativo, si no también su poder económico. (La recaudación de los gremios y de las obras sociales, es siempre un porcentaje del salario).



Por último, el aumento de la tasa de inflación, y la destrucción del INDEC, le otorgaron a los representantes gremiales una cuota de poder adicional, y extraordinaria. (Cuando la inflación es muy baja, las negociaciones salariales se pueden conducir de manera “cuasi automática”. En alta inflación, y encima indeterminada, los trabajadores necesitan “alguien que los defienda”).



A este panorama, el kirchnerismo le sumó prebendas especiales para Camioneros, y un Ministerio de Trabajo “parcial”.

Mientras tanto, el sector empresario, también fascinado con la fiesta del consumo interno, cierto proteccionismo, y la revaluación de las monedas regionales, no opuso resistencia alguna en las negociaciones salariales.



El resultado, un aumento espectacular del salario real –desde el piso del 2002, por supuesto- y de los costos laborales.



Los sindicalistas amigos, como reconoció el propio Moyano en su discurso, respondieron, apoyando, movilizando, sirviendo de fuerza de choque, amenazando a los empresarios díscolos.

Todo fue un te doy y dame, entre socios.



Ahora, se requiere que la fiesta populista, reacomode las cargas.



Y la decisión de quién, cómo, cuándo, y con qué magnitud, está centralizada en la Presidenta y su círculo íntimo.



Los fondos van del sector privado al sector público, y es éste el que los “redistribuye” al sector privado, en función de la ideología, la política de corto plazo, los amiguismos, etc.



Ahora, se decidirá, sector por sector, empresa por empresa, costos, salarios, ganancias, etc.



Para ello, hacen falta sindicalistas predispuestos a este esquema.



Todos los negocios tienen que pasar por el proceso“redistributivo” del kirchnerismo.



Están en revisión. Incluso los negocios sindicales que el propio gobierno alimentó.



Esta es la verdadera pelea.



Como siempre, es por plata.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Marcelo Fernández: Presidente de CGERA Argentina “NO HAY MOTIVOS PARA ESPECULAR CON ALGÚN CAMBIO”


El dirigente empresario y Diputado nacional (MC) fue abordado luego de saludar al Ministro Tomada en la inauguración de la delegación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de la Agrupación Político- Empresaria “Ministro José Ber Gelbard” que integran empresarios PYMES nacionales


La apertura contó con la presencia del Ministro de Trabajo de la Nación, Dr. Carlos Tomada, quien convocó a los empresarios presentes “a seguir profundizando este modelo y hacerlo sustentable con innovación tecnológica y capacitación para nuestros trabajadores” El Ministro recalcó además que “la clase trabajadora va a seguir siendo un aliado fundamental de este gobierno sin lugar a dudas”

Por el sector empresario los oradores fueron Cristina Lionti y Ariel Borgiani quienes resaltaron que “se abre en la ciudad un espacio de militancia política con una mirada empresaria”. Los dirigentes empresarios aludieron a la necesidad de que “la ley 2216 sea una realidad en la Ciudad” y que “desde el empresariado PYME vamos a poner nuestros esfuerzos en ajustar la sintonía fina”
Concluyendo se proyectó un video sobre la vida de José Ber Gelbard y su legado lo que fue sucedido por las palabras de Fabián Hryniewicz (Gelbard Formosa) y Héctor Nieva (Gelbard Catamarca)


La ocasión fue propicia para requerirle a Marcelo Fernández Presidente de CGERA Argentina

¿Cómo ve las perspectivas para las Pequeñas y Medianas Empresas de cara al 2012?

“Terminado el proceso electoral del año 2011 podemos decir a las claras que el rumbo económico productivo de los últimos 8 años y medio no va a cambiar. El fuerte respaldo de la ciudadanía dado en las urnas al actual gobierno nacional resulta contundente en este sentido, con lo cual no debemos esperar ni un paso atrás en lo hecho hasta ahora.

Muy por el contrario estoy convencido que nos espera una profundización del modelo actual, no hay motivos para especular con algún cambio, como tampoco lo hubo en los ministerios relacionados con la producción y el trabajo. Pues bien ahora esta el desafío de seguir creciendo y generando empleo más inclusión social y mejor distribución de la riqueza. Para ello es fundamental la articulación de los sectores públicos y privados para articular en este sentido.

El estado debe seguir presente con las acciones tendientes a proteger el mercado interno como eje fundamental del desarrollo de las PYMES y de los trabajadores, y los empresarios debemos seguir invirtiendo en nuestros negocios de manera de continuar siendo competitivos con respecto a similares productos del exterior. Este detalle no debe ser descuidado por las partes en un país tendiente a la importación de cualquier mecaderia, sin importar que sector se daña o se lo saca del mercado productivo.

Tampoco debemos de dejar de lado la crisis de los países desarrollados, estos están planteando ajustes y otras medidas que pueden incidir en nuestra economía. Pero ya tenemos experiencia y hemos resuelto la anterior etapa de la mejor manera posible haciendo un esfuerzo notable las tres patas de la mesa productiva: El Gobierno, los Empresarios y los Trabajadores.

Por eso el gran desafío para las PYMES en 2012 será la de mantener los niveles de producción de años anteriores y el del Estado el de estar atento, como lo ha hecho siempre, en ayudar a aquellos sectores que pueden ser tocados por los problemas de otros mercados” aseguro Marcelo Fernández satisfecho por el rumbo del paìs.


Finalmente a modo de cierre, dieron su visión de la política, la economía y el trabajo que desde la agrupación se viene realizando y se debe fortalecer para terminar de consolidar Entre los presentes se encontraban Pablo Reale (Metalúrgico), Raúl Zylbersztein (Marroquinería), Marcelo Fernández (Textil), Alberto Sellaro (Calzado) Osvaldo Francés (Radiofonía), Pedro Bergaglio (Indumentaria), Guillermo Siro (Textil), Ariel Aguilar (Marroquinería), Ezequiel Murray, Germán Romano, Fabian Hryniewicz, Cora Remete, Gladys Dmasky, Irene kampel, Aladino Benassi, Raul Suarez, Mario Elkouss, Norberto Fermani, Marcelo Girard, Cristian Wertmuller, Facundo Galdos, Marcelo Nanni, Marcos Meloni, Daniel Nieva, Eduardo Fernández, Enrique González, Carlos Eraldo, José Batista, Carlos Rey, Enrique Primerano, Florencio Buglione, Adrián Germanetti, entre otros.

La delegación de la Ciudad se suma a las que ya presentó “La Gelbard” desde su lanzamiento este año: Córdoba, Formosa, Salta, Santa Fe, Chaco, Catamarca, San Martín, La Plata, Jujuy, La Plata, Quilmes, Florencio Varela, San Miguel, Moreno, Ituzaingó, La Matanza, Vicente López, Bahía Blanca, Mar del Plata, Azul, Berisso, Brandsen, Lomas de Zamora y Morón

Rafael Bielsa se pregunta ¿TENDRÁ LA CLASE MEDIA TEMPLE PARA EL CONFLICTO? “


Peronismo en pugna de PERFIL.COM 18/12/11

Por Rafael Bielsa

Pensar, tomando como objeto las declaraciones de Hugo Moyano en el Estadio de Huracán (15-12-11), me suscita tres niveles de análisis. El primero: ¿cuál es la visión estratégica que da el marco de actuación a la presidenta Cristina Fernández y cuál la elegida por Hugo Moyano? Hablar de visión estratégica es hacer un ejercicio sobre el futuro y también formular un juicio sobre el pasado.

Según mi modo de ver las cosas, la Presidenta imagina un futuro en el que (al menos) a la política le resulte posible planificar a más largo plazo, el empresariado aborigen invierta en el país, los capitales externos no lo saqueen, el trabajo registrado aumente perceptiblemente y el acceso al conocimiento y a la tecnología sea más democrático. En consecuencia, en su juicio sobre el pasado –y particularmente sobre el del justicialismo– hay una condena a la fragmentación en tribus que conviven sobre la base de intereses circunstanciales y particulares (ese retintín de: “yo soy peronista, yo estuve con Menem, con Duhalde y con Néstor; yo soy peronista”), al empleo del poder retardatario para conservar o restaurar y no para transformar, a la cautela respecto de los cepos a la democracia –como las concentraciones sectoriales y sus lobbies–, a la burocracia corporativa, al oscurantismo laberíntico en el que no pocas veces se hundió el Partido Justicialista. También, Hugo Moyano sospecha un futuro en el que el sindicalismo cegetista sea quien planifique todo lo que el poder le permita, donde no sea contradictorio ser representante de los trabajadores y empresario al mismo tiempo, las inversiones extranjeras tengan la forma de capital de trabajo, el pueblo se explique en relación con su carnet sindical y la obra social anexa y el conocimiento sea obrero. En su juicio sobre el pasado con seguridad hay añoranza de los discursos que el tercer Perón daba en la CGT, orgullo porque el General en persona creó al sindicalismo peronista y por eso la CGT era su tribuna, necesidad de que las multitudes se afilien a un partido político que las represente –que hoy no es el Justicialista–, impaciencia por no encontrar aquel ayer, cuando el dedo sabio de Perón ponía orden, ni un hoy en el que el dedo sabio del pueblo imponga el orden que a él le gustaría.

En consecuencia, un interrogante que debe ser despejado para conjeturar acerca del futuro es con cuál de las dos visiones se identifican más los argentinos, o –dicho en otros términos– cuál de las dos visiones da cuenta mejor de la Argentina y de los argentinos del siglo XXI.

Luego, está la cuestión de la correlación de fuerzas. Mi análisis reside en que Hugo Moyano trabajará para acumular a su alrededor la mayor cantidad de sectores (sindicales, pero no sólo ésos), ejercitará el derecho de huelga y creará un partido político habida cuenta de que renunció al Partido Justicialista porque no tiene “vocación de bufón”. En política y en materia de acumulación (como en el capitalismo) no siempre lo que cuenta es el número, sino la calidad del caudal. No me estoy refiriendo a compañeros que aprecio, como Juan Carlos Schmidt u Omar Plaini, sino a que yo sé que ahora vendrán caras extrañas con su limosna de alivio, lo que puede llegar a ser un tormento. Es riesgoso compartir sólo el principio y no compartir –o ni siquiera preguntárselo– algún fin.

En cuanto a la presidenta Fernández, es posible que el 50% del 54% de los votos que obtuvo en octubre sea de trabajadores, pero trabajadores que la votaron a ella y no a Moyano, aunque es necesario advertir que por muy descomunal que sea la legitimación de origen, no legitima los tropiezos ulteriores por error en el cálculo. No es menos cierto que hay que discutir en paritarias el nivel del ingreso y el tope a partir del cual se tributa el impuesto a las ganancias, pero ni la Presidenta dijo lo contrario ni Hugo Moyano tiene dichas reivindicaciones en régimen de monopolio. El tercer andarivel es el de la coyuntura. Moyano sabe que Cristina sabe que hay cambios estructurales que sólo pueden hacerse cuando el poder político está intacto. El poder político intacto, por flamante, es el de la Presidenta. Moyano no está intocado y necesita construir un poder político de otra entidad diferente del gremial, que sin dudas tiene. Pero aún no tiene el otro. Si el camino de la confrontación que plantee la Presidenta –inevitable, porque en su concepción de la política y del poder algo puede faltar, menos la obsesión por la transformación– puede ser empinado, el que plantea Moyano es escarpado para sí.

Interpelando a la sociedad (ya que el poder ha sido momentáneamente interpelado): ¿cuál será el temple de las clases medias atareadas y desvinculadas de lealtades partidarias preexistentes cuando deban convivir con el conflicto social monótono? ¿Entenderán qué se dirime? ¿Sabrán discernir lo que está en juego? ¿Tomarán partido? ¿En qué dirección? Una parte de la próxima Argentina estará definida cuando las respuestas para esto se hayan escrito. Incógnitas que, por lo demás, exceden las palabras de Moyano y se derraman sobre la política toda.

La historia es la política del pasado y la política es la historia del presente; entre ambos términos se columpia el futuro, la historia verdadera siempre se cuenta al final.