Campaña: Violencia Cero

La Lic Silvia La Ruffa Subsecretaria de Planificación del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, entregando una distinción a Graciela Lerici escritora (y autora de este cuento) Fernando Ricardo Cáceres (micrófono en mano) Pte de la Asoc. Civil Inseguridad Cero = Exclusión Cero y la Dra. María Encarnación Nicolás Pta. del Circulo Literario Varelense el pasado 13 de Marzo en Acrópolis al Conmemorarse el Día de la Mujer Con cuentos como El Tesoro de Dora vamos concientizando en este gran tema que es la NO VIOLENCIA en esta acción de Responsabilidad Social Periodística EL TESORO DE DORA Dora y Oscar se mudaron a las sierras cordobesas, allí compraron una granja. Ella no quería ir a vivir a ese paraje solitario lejos de sus seres queridos, pero él la convenció, creyó que él cambiaria que no le sería más infiel y no la maltrataría verbal ni físicamente y que dejaría atrás todo sufrimiento, por eso acepto. Vendieron la casa y el auto de Dora y con su camioneta 4x4 emprendieron un nuevo rumbo para sus vidas. La granja estaba bastante deteriorada necesitaba mucho arreglo y además había que hacerse cargo de los animales. La pobre mujer ya se imaginaba todo lo que le esperaba, el trabajo seria arduo y cansador, su marido haría los arreglos y ella se encargaría de atender a los animales. Pero la tranquilidad duro poco, cuando Oscar se iba al pueblo para traer material y mercadería, se gastaba la plata en bebida y mujeres y eso no era todo tardaba dos o tres días en volver. Cuando Dora terminaba de hacer su tarea y estaba sola iba a caminar por el monte, llevaba una mochila con una botellita de agua, un cuaderno y un lápiz. La poesía era la única salida de ese torturante mundo, necesitaba expresar sus más profundos sentimientos, la naturaleza también la inspiraba y la motivaba para escribir. Una tarde camino por más de veinte minuto, encontró una cueva pero no entro en ella por temor a los animales que se podrían encontrar adentro, miro hacia el interior pero estaba oscuro como la noche y no diviso nada. Dejo a un costado de la entrada su mochila, el lápiz y el cuaderno para observar dos aves que le llamo la atención, nunca los había visto y estaban construyendo su nido, cuando regresa sus cosas ya no estaban y en su lugar había una vasija con monedas antiguas de oro y una nota que decía- gracias por los obsequios, esperemos que te guste el nuestro. La caligrafía era algo extraña pero esforzándose descifro el mensaje. Tomo las monedas y salió corriendo, en un minuto se le cruzaron mil cosas por la cabeza que serian ladrones, duendes, seres de otro planeta y muchas cosas más. Pasaron más de dos días y su marido llego en una patrulla con el comisario, porque él no estaba en condiciones de manejar, además de estar borracho lo habían robado y golpeado. Ella le dijo al comisario que era normal que llegue en esas condiciones y que desaparecía por varios días de la casa. El representante de la ley le pregunto a Dora porque tenía esos moretones en los brazos y la cara, ella no contesto pero con su mirada le dijo todo, el cabo que había traído la camioneta de Oscar le dijo – si esto vuelve a repetirse estamos a su disposición señora- se retiraron pero de tanto en tanto daban una vuelta por la granja. Paso casi una semana y ella no podía dormir pensando en la cueva y esos seres de la oscuridad, así los bautizo porque no sabía con quienes trataba. Lleno una bolsa con un espejo, un osito de peluche, una armónica y caramelos, la dejo en la entrada de la cueva, pasaron unos minutos y vio que de ella salía una larga horquilla y metieron la bolsa adentro, al rato asomaron empujando con la misma herramienta una vasija más grande que la anterior llena de oro y piedras preciosas con otra nota que decía – amiga te agradecemos sos muestro único contacto con el exterior, los pequeños contentos, esperamos que te guste nuestro regalo. Regreso a su hogar y estaba Oscar enfurecido se saco el cinturón y empezó a pegarle, le pregunto de donde venia pero se tranquilizo cuando vio el tesoro que su mujer traía y empezó a interrogarla y ella le conto todo. Él era muy ambicioso y no pudo esperar al otro día, hizo que lo lleve a ese paraje, que lo convertiría en un hombre rico. Él agarro un bolsón para traerlo lleno de oro y objetos valioso. Ella contra su voluntad lo llevo, entro solo a ese negro y profundo lugar. Dora quedo afuera por más de una hora pero ya estaba oscureciendo y se volvió sola a su casa por temor a los animales salvajes que se podrían encontrar en la zona. Lo espero recostada sobre la cama y se quedo dormida, al otro día se dio cuenta que no había vuelto y fue a buscarlo y en la entrada encontró el bolsón repleto de un gran tesoro y un nuevo mensaje que decía – gracias por el gran animal que nos dejaste, nos dimos un gran banquete. Primer premio en cuento. Certamen del Círculo Literario Varelense.2011 Distinción de la Asoc Civil Inseguridad Cero = Exclusión Cero en el Día de la Mujer 13/3/12